Hablar con gente…
De golpe, una mañana,
aburrida o aun sin sentido, te encontrás trabajando haciendo lo habitual y del
otro lado del mostrador se sienta Brahin.
Personaje entrador con
arrugas, si, muchas ya, pero cada una tiene un año de historias y en una de
esas, café por medio, se le escapa una que lo conecta con alguno de todos esos
momentos que tiene como un carrusel y en eso, saca lo sortija y te empieza a contar.
Lo vive tan inmensamente que
de golpe no sabes cómo, estas viviéndolo con él, estas viéndolo bailar…
El turco el mejor bailarín
de zona sur, pero un bailarín de clase, de los que no rebolean te dice, y de los
que bailan con zapatos , me rió y alza la voz, claro Martincito, es una adicción
los últimos años, 15, baile con mi compañera, no bailas con cualquiera, bailar
me entendés no? Y ahí caigo en la idea y lo veo, el describe y
lo veo, su ser esta totalmente apoderado de su cuerpo mientras cada mínimo
musculo se mueve de una sola manera, a un solo tiempo, a un solo compas, el del
misterio entre la música atravesando el cuerpo.
Apoderado por la historia
me apasiono casi sin entrar en razones de que estoy ante alguien mágico, ante
un romántico, estoy en presencia de una verdad, de lo real de la vida, de amor.
De alguien que vivió y vive intensamente,
estoy mirándole las manos mientras habla y las manos también bailan, su
lenguaje es perfecto sencillo, estoy atrapado en la magia, me envolvió en la
energía de su universo me dejo atrapado en otro tiempo y de pronto, llega al
final, el que no querés que llegue, me da un abrazo y se va con la fugacidad con
la que se van o pasan la mayoría de las cosas hermosas, las que no controlamos,
las que si te descuidas aparecen y te cambian el día, los años o la vida,
Pero que gracias a ellas
tu ser sale renovado a vivir la vida.
Hipols